Ante esta nueva aparición mediática de un jugador, haciendo declaraciones en contra de los seguidores del equipo donde juega, y luego de un debate muy interesante en
La Redó! en el cual no se llegó a ninguna conclusión como es habitual. Me doy la licencia de reflexionar sobre esta nueva costumbre de los jugadores del fútbol argentino.
Digo yo, que se les dio ahora por enfrentarse con sus propios hinchas? Que sentido le ven a responder agresivamente a las críticas recibidas? que creen ganar con eso? Por que eso antes no pasaba casi nunca y ahora es cada vez más común?
Después de esta introducción digna de vale chistar, trataré de contestar esos interrogantes.
Es sabido que cada vez son menos los futbolistas que juegan con amor por la camiseta que visten, que por la famosa y bendita globalización los jugadores medianamente destacados cada vez duran menos en sus equipos y por ello no logran identificarse con su club de origen, lo que hace de eso un circulo de causas y consecuencias que lo único que deja en claro es que la carrera de un futbolista es demasiado corta y hay que hacer mucha plata. Yo creo que principalmente por eso se está dando esto cada vez con más frecuencia. Al jugador ya no le importa si la gente lo quiere o no, total a fin de campeonato "lo venden" y listo, a otra cosa.
Por otro lado, se sabe que las barra bravas son un gran negocio dentro del meganegocio que es el fútbol. Que estos personajes responden a intereses políticos y no a la pasión genuina del hincha que ellos dicen tener y que en verdad de eso tienen poco y nada. Los jugadores lo saben y en muchos casos son participes y complices de estos grupos, que así como les van a pedir plata a ellos para alentarlos, también pueden recibir plata de terceros interesados para "tirarles la gente en contra". Lo que tendrían que saber diferenciar los futbolistas es cuando las criticas e insultos son espontáneos y parten de los verdaderos hinchas (el tema de si el hincha tiene derecho o no a insultar es otro cantar y en ese caso las opiniones varían mucho) y cuando es algo premeditado y mal intencionado.
Yendo al caso particular de Ahumada, creo que le pifió feo. Lo primero que tiene que hacer un plantel que pasa por una situación como la de River el jueves pasado, es demostrar una fuerte autocrítica, hacerla pública y solo después de eso tendrían derecho a poder recriminar alguna actitud por parte de los hinchas. En este caso, no solo eso no se hizo, sino que se tomó una postura soberbia y encima se ofendieron por lo que algunos pocos simpatizantes hicieron el domingo pasado en el partido contra Gimnasia.
Esto antes no pasaba nunca, porque en cuanto un futbolista amagaba a salir a hacer una declaración de ese tipo, cosa que ni se les cruzaba por la cabeza, le bajaban linea desde los dirigentes hasta sus propios compañeros, sobre todo los de más experiencia.
Yo particularmente creo que actitudes y declaraciones como estas, no ayudan en nada y lo único que hacen es empeorar las cosas. Y que más allá de quien las haga, si desde la dirigencia, cuerpo técnico o desde el mismo plantel no salen a poner paños fríos a la situación, yo lo tomo como un pensamiento generalizado, lo que lo haría mucho más grave.
Así que mejor ponganse a jugar y a dar vuelta la situación que de esa forma los hinchas no los van a criticar y no van a hacer falta este tipo de debates.